El collage también cuenta historias
A veces creemos que para contar una historia necesitamos palabras, pero quienes trabajamos con imágenes sabemos que no siempre hace falta escribir para decir. El collage, con sus fragmentos, silencios y superposiciones, tiene una manera muy especial de narrar.
Cada recorte que eliges, cada figura que colocas, cada vacío que dejas… todo habla. Habla de ti, de lo que has vivido, de lo que imaginas o recuerdas. Incluso aunque no te lo propongas, tus collages dicen algo.
La pregunta es: ¿quieres empezar a contarlo de forma consciente?

¿Se puede contar una historia solo con imágenes?
Claro que sí. De hecho, muchas veces las imágenes dicen lo que las palabras no alcanzan.
Piensa en esas fotos antiguas que guardas, en una ilustración que te remueve por dentro, en una figura recortada que te recuerda a alguien. Las imágenes activan la memoria, los sentidos, las emociones. Y el collage, con su naturaleza fragmentaria, se convierte en el terreno perfecto para construir narrativas visuales.
No necesitas seguir una línea cronológica, ni tener un guion. Basta con elegir conscientemente lo que colocas sobre el papel: una escena, un gesto, un objeto… Todo tiene el poder de evocar algo.
A veces, una historia empieza con una imagen que no sabes por qué te atrae, pero que insiste en quedarse.

Tres preguntas para empezar a narrar con tus collages
Contar historias no significa explicar, sino sugerir, emocionar, evocar. Si quieres que tus collages hablen, puedes empezar por hacerte estas tres preguntas antes de pegar el primer recorte:
- ¿Qué quiero decir?
No hace falta tener una historia cerrada. A veces es solo una sensación, una imagen recurrente, una emoción que no sabes cómo expresar. Eso ya es un punto de partida. - ¿Desde dónde lo cuento?
Aquí entra tu mirada: tu infancia, tus miedos, tus sueños, tu forma de ver el mundo. El collage es autobiográfico, incluso cuando no lo parece. - ¿Qué imágenes hablan por mí?
Elige con el corazón. Hay imágenes que te buscan. Y cuando las unes con intención, aparece la poesía visual.
💡 Si te apetece profundizar más en este enfoque intuitivo, simbólico y sensible del collage, en mi ebook Técnicas de poesía visual te comparto ejercicios y claves que te ayudarán a transformar tus ideas en imágenes cargadas de significado.
La composición también cuenta
No se trata solo de qué imágenes eliges, sino de cómo las colocas. La dirección de una mirada, el espacio entre dos figuras, un objeto en el centro o desplazado… todo eso afecta a cómo se lee tu collage.
La composición no es solo estética: es narrativa. Puedes crear tensión, armonía, misterio o movimiento solo con la manera en que distribuyes los elementos sobre el papel.
🎨 Si quieres aprender a usar la composición para reforzar lo que quieres contar, en mi ebook Técnica de composición en el collage te explico las bases de la composición usando las reglas de la fotografía y el diseño gráfico.
Un consejo: no pienses en palabras, piensa en imágenes
Cuando quieras contar algo a través del collage, no te obsesiones con entenderlo todo. A veces la historia se revela mientras recortas. Otras veces, se queda oculta entre capas. Y está bien así.
Confía en tu intuición. Juega. Explora. Deja que las imágenes hablen primero y luego escúchalas.
El papel, las tijeras y el pegamento también tienen voz.

¿Y ahora qué? Explora más
Si este tema te ha removido un poco por dentro (¡bien!), te invito a seguir explorándolo con más profundidad:
📘 Técnicas de poesía visual – Para aprender a narrar desde lo simbólico, lo emocional y lo intuitivo.
📘 Técnica de composición en el collage – Para componer con intención y transformar tus ideas en relatos visuales.
Tu historia ya está ahí. Solo tienes que empezar a recortar.










