Collage surrealista “Los hijos de la Guerra” de 20x20cm. Serie “Un día es un collage”
“Los hijos de la guerra” no es solo una lámina, es una ventana al alma resiliente de los niños atrapados en la devastación del conflicto. A través de este collage, somos transportados a un mundo donde, a pesar del caos y la desesperanza, los sueños y anhelos infantiles brillan con una luz inquebrantable.
En el centro de la obra, un majestuoso rinoceronte avanza con determinación sobre un tapiz de papel que simboliza la fragilidad y volatilidad de la vida en tiempos de guerra. Este ser poderoso y resistente, pese a su apariencia imponente, se convierte en el protector de las esperanzas de estos pequeños, y en su interior resguarda un tesoro: una luminosa ventana que revela a los niños mirando al horizonte, en busca de un futuro mejor.
Ellos, con sus rostros llenos de esperanza, se asoman desde el interior del rinoceronte, demostrando que, incluso en medio del horror, pueden encontrar refugio y fuerza en sus propias imaginaciones y sueños. La ventana simboliza esa conexión inquebrantable con un mañana lleno de posibilidades, un recordatorio de que, no importa cuán oscuro parezca el presente, siempre hay un rayo de luz esperando al final.
“Los hijos de la guerra” es un tributo a la fortaleza y determinación de los niños que, incluso en las circunstancias más adversas, se aferran a la esperanza y al deseo de un mundo en paz. Es una llamada a la reflexión sobre la importancia de proteger y nutrir esos sueños, de ofrecerles un futuro en el que puedan prosperar y no solo sobrevivir. Es una oda a la resistencia del espíritu humano y a la promesa de un mañana más brillante.